Luis Villagra, nuevo director de la cárcel, ubicada en Asunción, fue quien guio este jueves a los periodistas por los aposentos de Pavão a quien se asocia con el narcotráfico y considerado un poder en la sombra en Tacumbú hasta su traslado el miércoles a dependencias policiales de máxima seguridad.
Confortables sofás para un buen descanso, una acolchada cama matrimonial, televisión plasma y equipos de música, fax y fotocopiadora, formaban parte del hogar carcelario de Pavão, un luminoso loft como los que se alquilan en Villa Morra, el barrio asunceno donde vive la clase alta.
El espacio, que incluía una
La privilegiada situación de Pavão, quien según sus abogados ayudaba económicamente a muchos presos sin medios para subsistir en la cárcel, era diametralmente opuesta a las condiciones de vida de la población carcelaria de Tacumbú, con unos 3.532 reclusos y una capacidad para 1.687 personas.>
Precarias celdas donde se amontonan los prisioneros, muchos de los cuales ni siquiera tienen lugar en ellas y duermen en los pasillos, son el paisaje de Tacumbú, el máximo ejemplo de la superpoblación carcelaria de Paraguay.
La invitación a los medios para visitar el “apartamento” de Pavão partió de la dirección de Tacumbú nombrada por el nuevo ministro de Justicia, Ever Martínez, quien asumió el martes en reemplazo de Bacigalupo.
Martínez, tras entrevistarse con el presidente paraguayo, Horacio Cartes, prometió una regeneración del sistema penitenciario paraguayo y se ha estrenado destituyendo a Luis Barreto, el anterior director de Tacumbú, y a Artemio Vera como responsable de la Dirección de Institutos Penales.