Los dos expedientes investigativos del “zar” antidrogas, Julián Arístides González(640-2009) y (50231-2010), asignados a los jueces número 4 y 13, respectivamente, “duermen el sueño de los justos” en los Juzgados de Letras de lo Penal, Sección Judicial, de Comayagüela, Honduras.
El diario capitalino LA TRIBUNA quiso conocer hasta dónde llegó el trabajo el Ministerio Público (MP) en las diligencias previas a la investigación y el vaciado telefónico en ambos casos, pero ni los asistentes de los jueces en mención conocen el paradero de los expedientes, ni mucho menos en los archivos penales de la judicatura del barrio La Granja.
Los expedientes solamente contaban en su momento con cuatro hojas de papel legal y en los mismos estaba la explicación como se registraron los hechos al momento de la muerte del zar antidrogas y las generales de la víctima.
Mientras en el otro expediente se pide la intervención telefónica de varios oficiales y policías de menor rango, por lo que los funcionarios creen que los fiscales tuvieron miedo de seguir investigando y sobre todo llegar al fin, porque era un secreto a voces que había participación directa de altos oficiales de la institución.
La cabeza de González Irías costó 400 mil dólares y los pagó el supuesto narcotraficante, solamente conocido como Winter Blanco, originario y residente en el departamento de Colón, hasta donde el brazo de la justicia no pudo llegar.