jueves, marzo 28, 2024

Top 5

Más Noticias

El niño que vendió 7.000 dólares en limonada para pagar su propia adopción

Encontrar una familia adoptiva no es sencillo para muchos niños que por un motivo u otro no pueden vivir con sus padres biológicos. El caso de Tristan Jacobson, un pequeño de apenas 9 años residente en Springfield (Misuri), es completamente distinto. Después de una infancia muy dura y repleta de adversidades encontró un hogar de acogida donde sentirse querido, pero sus nuevos padres no disponían del dinero preciso para adoptarle legalmente. Lejos de rendirse, Tristan tomó la iniciativa y consiguió su objetivo: reunió 7.000 dólares vendiendo limonada en el jardín de su casa.

El blog Mashable nos permite conocer su emotiva historia con detalle. Tristan fue un hijo no deseado, fruto de una relación de infidelidad entre un hombre adulto y una adolescente. Como su madre no tenía edad ni medios para hacerse cargo de él, la esposa de su padre, Donnie Davis, decidió adoptarle temporalmente tras separarse de su marido adúltero. Sin embargo, cuando el niño alcanzó los 4 años de edad, su madre biológica reclamó recuperar su custodia, requerimiento que fue atendido por la justicia.

Tristan sólo vivió un año con su madre antes de ser abandonado a las puertas de un albergue para indigentes, doce meses que fueron un auténtico infierno para el pequeño. La joven consumía drogas y mantenía relaciones sexuales con extraños en presencia del niño, circunstancias que le han causado traumas, depresión y trastornos por déficit de atención y control de impulsos. Cuando Donnie supo que Tristan se encontraba de nuevo sin amparo no dudó en volver a acogerle en su casa.

Esta medida era simplemente temporal: completar el proceso de adopción definitiva tiene un coste de unos 10.000 dólares, cantidad que Donnie y su nuevo esposo no podían permitirse. Hicieron todo tipo de esfuerzos para ahorrar, como cancelar sus vacaciones o su conexión a Internet en casa; pero aún así no alcanzaban la cifra exigida. Fue entonces cuando Tristan, convencido de permanecer en el único hogar donde se sentía amado, decidió poner de su parte. Con una silla, una mesa y un poco de cartónconstruyó en su jardín un puesto de venta de limonada, a un dólar el vaso.

Lo que sucedió a continuación fue sencillamente mágico, maravilloso. El boca a boca y las redes sociales lograron que la iniciativa de Tristan se conociese en varios kilómetros a la redonda; y de ciudades lejanas llegaron personas dispuestas a comprar su limonada. Vaso a vaso, el niño ha conseguido reunir nada menos que 7.000 dólares, suficiente para que su nueva familia pueda afrontar los costes de su adopción. «Esto le ha ayudado a entender que en el mundo hay gente buena», comenta su madre, orgullosa y feliz de que su hijo pueda estar «para siempre» a su lado.

Más leído