jueves, marzo 28, 2024

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La odisea de 40 millones de mariposas monarca

Cuarenta millones de inmigrantes cruzarán en las próximas semanas el Río Bravo y llegarán desde México a Estados Unidos. Lejos de las vallas y leyes de los hombres, hoy tan de moda en la política norteamericana, las mariposas monarcas empiezan de nuevo su espectacular viaje en dos direcciones. Algunas parten hasta el oeste de los Estados Unidos, en las montañas rocosas y California, y otras vuelan más de 4.500 kilómetros para instalarse en el sureste canadiense. Poco para unos lepidópteros que han conseguido en años de vientos favorables llegar hasta Gran Bretaña o España donde, en las Islas Canarias, se han instalado de forma permanente desde el siglo XIX.

Monarca 2

La monarca es un símbolo universal que incluso usaron Canadá, Estados Unidos y México cuando firmaron su Tratado de Libre Comercio, pero es también un ecosistema que crece y decrece por la amenaza del hombre. “Este año hemos testado que las mariposas han ocupado cuatro hectáreas de terreno en sus santuarios de Michoacán y Estado de México, lo que supone que hemos tenido 40 millones de monarcas”, explica a EL MUNDO Eligio García, Coordinador del Fondo Monarca (FM), un programa de conservación de los lepidópteros creado en México.

Las cifras son buenas si se compraran con las del periodo 2014-2015, donde las mariposas ocuparon 1,13 hectáreas de los santuarios, lo que supuso una población de algo más de un millón de ejemplares, pero muy malas si se comparan con 1996, el año testado de mayor población con 180 millones de ejemplares.

¿Cuales son las principales amenazas de la monarca? El hombre y su influencia en el ecosistema. “En la actualidad lo que está afectando duramente a las mariposas es el uso de herbicidas en Estados Unidos que está reduciendo la planta clave en la vida de la monarca, la asclepia o algodoncillo”, explica Eligio.

Monarca 3

La mayor proporción de las orugas que darán lugar a la generación migratoria, conocida como Matusalén, se alimentan de una especie de algodoncillo (Asclepias syriaca) que crece en los campos de cultivo de soya y maíz del medio oeste de los Estados Unidos. Los algodoncillos son considerados malezas que reducen la producción agrícola y además son tóxicas para el ganado. Por ello, han sido combatidos y eliminados de los campos agrícolas a partir de los años 70 mediante el uso de herbicidas cada vez más poderosos”, explican en la web soymonarca.mx.

Según los expertos de este proyecto de conservación de la mariposa, el uso de un súper-herbicida extremadamente tóxico, glifosfato, “mejor conocido como Roundup de la empresa Monsanto”, ha provocado la eliminación del algodoncillo y con ello de la principal fuente de alimento de las monarcas en su etapa oruga. “Gracias a los incentivos económicos para la producción de etanol de maíz, la superficie plantada de maíz en Estados Unidos se ha expandido de 31.5 millones de hectáreas en 2006 a 39.3 millones de hectáreas en 2013. Por si fuera poco, en la agricultura intensificada se aplican grandes cantidades de insecticidas”, concluye su informe.

 

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