miércoles, abril 24, 2024

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Los Macron, la historia de amor que rompió con los estereotipos presidenciales

Con 39 años, Emmanuel Macron se convirtió en el jefe de Estado más joven de toda la historia francesa. La primera dama, Brigitte -25 años mayor que él- tiene tres hijos y 7 nietos, y fue su profesora. Por qué su vida romántica fue la clave de su victoria

Ayer, tras la segunda vuelta de elecciones en Francia, Emmanuel Macron, de 39 años, se consagró como el próximo presidente de la Quinta República Francesa. Se trata del jefe de Estado más joven de toda la historia francesa.

Pero además de ser el nuevo integrante en el grupo de dirigentes mundiales treintañeros, el triunfo de Macron trae consigo otra novedad. Su mujer, Brigitte Trogneux, va a ser, con 64 años, la primera dama de mayor edad. Trendy, glamorosa, cariñosa con su joven pareja y abuela de siete nietos, “Bibi”, como la llaman en Francia, se impone con su presencia.

Su matrimonio “atípico” rompe con todos los estereotipos
Su matrimonio “atípico” rompe con todos los estereotipos.

Su matrimonio “atípico” rompe con todos los estereotipos. Se llevan casi la misma edad que Donald y Melania Trump, pero al revés. Los allegados del presidente electo aseguran que esta pareja -que tiene 24 años de diferencia- se acompaña y se apoya con mucho romanticismo. “Emmanuel tiene que ser elegido este año, sino ¡imagínense mi cara en cinco años!”, afirmó con humor Trogneux durante los días anteriores a las elecciones.

El candidato centrista es un personaje inusual para este momento de la política del Viejo Continente, por su postura a favor de la globalización y de la Unión Europea (UE). Pero su vida privada fue un eslabón clave que apasionó a la prensa mundial.

Brigitte y Emmanuel la pareja sin edad, Macron tenía 17 años cuando conoció a Trogneux. El padre del actual mandatario estaba en contra de la relación
Brigitte y Emmanuel la pareja sin edad, Macron tenía 17 años cuando conoció a Trogneux. El padre del actual mandatario estaba en contra de la relación.

A su vez, el entorno tampoco jugaba a favor. Los padres de Macron se oponían a su relación, y lo enviaron a estudiar a París. Ella siguió con su vida, con sus clases, su marido y sus hijos. Él, con la suya. Se preparó, se formó, trabajó en la banca privada y en el Gobierno y, como indica el destino, la vida los volvió a encontrar.

El 2006 fue un año bisagra para la pareja, ella finalmente se separó de su marido y deciden dejar atrás los prejuicios sociales, lo cual -un año más tarde- los llevar a sellar su amor en una ceremonia íntima. “Fue la consagración oficial de un amor, primero clandestino, incomprendido por muchos antes de que nos impusiéramos a ellos”, comentó el ex ministro de Economía.

“Al final el amor lo arrasó todo y terminé divorciándome de mi marido. No pude evitarlo. Mis padres, ya mayores, no se lo tomaron muy bien, pero para mí no era un problema la diferencia de edad. Lo más importante eran mis hijos, que lo aceptaron sin problema. El resto es escoria”, resaltó.

“Quiero agradecer a los hijos de Brigitte por haberme aceptado”, dijo Macron en la ceremonia. “No somos una pareja normal —aunque no me gusta mucho ese adjetivo— pero somos una pareja real”.
“Quiero agradecer a los hijos de Brigitte por haberme aceptado”, dijo Macron en la ceremonia. “No somos una pareja normal —aunque no me gusta mucho ese adjetivo— pero somos una pareja real”.

“Al final el amor lo arrasó todo y terminé divorciándome de mi marido. No pude evitarlo. Mis padres, ya mayores, no se lo tomaron muy bien, pero para mí no era un problema la diferencia de edad. Lo más importante eran mis hijos, que lo aceptaron sin problema. El resto es escoria”, resaltó.

Durante algún tiempo Brigitte continúo con su rol de docente, que luego dejó para seguir la aventura política de su marido. Para los especialistas, la fórmula funcionó, “La historia de amor del siglo”, tituló el diario popular británico Daily Mail.

“Es la mujer que lo ha emancipado, que lo ha ayudado en sus estudios, que lo ha empujado a lo más alto”, relató la escritora Anna Fulder en el libro Emmanuel Macron, un joven tan perfecto.

“Lo más raro es que es la única mujer de su vida”, puntualizó la periodista. La prensa ya la bautizó como “La Obama francesa”. No es discreta, y cohabita perfectamente con micrófonos y cámaras de televisión.

Tomado de Infobae

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