martes, abril 16, 2024

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Para Santos ya comenzó “el desmonte de la guerra” con las FARC

El presidente Juan Manuel Santos consideró este miércoles que “ya se comienza el desmonte del aparato de la guerra” con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) después de que esta guerrilla haya decidido dejar de extorsionar a la población para financiarse.

“Ya se comienza el desmonte del aparato de la guerra”, apuntó el mandatario colombiano durante el lanzamiento de la Estrategia de Mejores Prácticas de Buen Gobierno en Bogotá, donde declaró que el fin de la extorsión es “muy importante”, destacó Efe.

Dejar las extorsiones fue una orden dada a conocer este martes por el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko” y “Timoleón Jiménez”, quien se mostró confiado además en firmar pronto la paz con el Gobierno de Santos, con el que negocia desde hace tres años y medio.

Que se deje de recaudar el llamado “impuesto guerrillero” es para Santos “un paso muy importante hacia una situación de paz y de tranquilidad”, que espera consolidar en próximas semanas con un acuerdo definitivo que ponga fin al más de medio siglo de conflicto armado.

El Presidente subrayó que las FARC “no habían aceptado” hasta ahora dejar de extorsionar a civiles porque “esa es la una de las formas que ellos decían que tenían que financiarse”.

Durante el evento de la Estrategia de Mejores Prácticas de Buen Gobierno el jefe de Estado hizo un llamado a los 500 mandatarios locales y regionales presentes para que observen que las FARC cumplen su compromiso y garanticen que ningún colombiano “sea forzado nunca más a poner dinero para la guerra”.

Santos llama a alcaldes a vigilar fin de extorsión

El presidente Santos pidió este miércoles a los alcaldes y gobernadores que se conviertan en “veedores” del cumplimiento del fin de la extorsión por parte de las FARC, anunciado el lunes.

“Los señores alcaldes y gobernadores también pueden jugar un papel muy importante de veedores, constaten que efectivamente en aquellas zonas donde las FARC estaban extorsionando, dejen de extorsionar y que nos informen”, dijo el jefe de Estado, agregó AFP.

Al encabezar una reunión virtual con más de 500 mandatarios locales y regionales en Bogotá, Santos destacó el anuncio de las FARC como un “paso importantísimo” para la culminación de la guerra y que “hay que valorar”.

“Estén vigilantes, que sea cierto y que ningún colombiano hacia adelante sea forzado nunca más a poner dinero para la guerra”, agregó. En el marco de los diálogos con el gobierno, las FARC sostienen un alto al fuego unilateral desde hace casi un año, pero que no incluye el cese de hostilidades.

“Entre las hostilidades está la extorsión a la población civil, a las empresas, a los comerciantes, a los colombianos comunes y corrientes. Esa es una de las formas que ellos decían que tenían que financiarse, ellos lo llaman los impuestos”, aseveró.

La promesa de Timochenko

El mandatario aludió así al compromiso de Timochenko, quien en una entrevista con la colombiana Agencia Prensa Rural divulgada el lunes afirmó que ordenó la suspensión del cobro de “impuestos” en las zonas de influencia de su grupo ante la cercanía de un acuerdo de paz.

Timochenko sostuvo que su agrupación utilizaba la extorsión como forma de financiamiento y que “con lo que tenemos ahí (en recursos) logramos llegar al final del acuerdo”. Las FARC y el Gobierno de Santos negocian desde noviembre de 2012 en Cuba para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado.

El 23 de junio las partes sellaron las condiciones del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la entrega de armas de los rebeldes, que se concretarán una vez firmado el pacto final de paz.

Las FARC, surgidas en 1964 de una sublevación campesina, son la guerrilla más grande de Colombia con unos 7.000 combatientes, según cifras oficiales.

Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando un saldo de alrededor de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

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