jueves, marzo 28, 2024

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Con angustia, Real Madrid va por el tricampeonato de la Champions

La angustia reinó en el Clásico entre Real Madrid y Bayern Múnich. Dejó sin aire a jugadores y espectadores hasta la última jugada, en un encuentro de estrategia y manejo de emociones, en el que el conjunto ‘merengue’ eliminó a un aferrado conjunto bávaro que nunca se dio por vencido, para avanzar por tercera ocasión consecutiva a la final de la Champions.

El partido fue totalmente distinto en términos estratégicos al de ida, tanto por el resultado parcial, como por algunas ausencias que no permitieron, especialmente a Zinedine Zidane, plantear el duelo de la misma manera.

Los ‘merengues’ vieron las deficiencias de su defensa muy rápido en el encuentro. Al minuto dos, un gol de Joshua Kimmich alumbró todas sus posibilidades de remontar para los alemanes.

La multifunción de Marcelo, el esfuerzo físico de Cristiano y de un renacido Karim Benzema descontrolaron la línea defensiva de los bávaros. Así cayó el empate, con un gran desmarque del delantero francés para rematar con la cabeza el centro preciso del lateral brasileño.

Ya en la segunda parte, un error del arquero Ulreich abrió la puerta a los blancos: sin decisión, salió a resolver un balón retrasado, quiso tomarlo con las manos ante el acecho rival, pero al darse cuenta que el pase venía de un compañero, de último momento quiso despejar con el pie. Fue demasiado tarde, Benzema tomó el balón y lo mandó al fondo.

Sin embargo, el Bayern sacó fuerzas y, de la mano de James Rodríguez, consiguió la igualada. El gol no lo celebró por respeto a su exequipo.

Keylor Navas llevó al límite la ansiedad en varias ocasiones. El costarricense detuvo balones de gol en todo el partido, mientras el Madrid intentaba, con muchos riesgos, volver a adueñarse de la cancha, ante la posibilidad de u contragolpe que diera el pase a los alemanes.

El silbante agregó seis minutos. El Bayern no estuvo acompañado de la fortuna. Enjauló al Real Madrid en los minutos finales para agregar incertidumbre a los aficionados locales. Pero no fue suficiente para tumbar al campeón de Europa, al mismo que se le está haciendo costumbre llegar al duelo definitivo por el título de la Champions, y que se citará en Kiev, ante Roma o Liverpool.

Coninformación de Reuters

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