San Pedro Sula.- La máxima expresión del estilo romántico resplandeció la noche que Mariely y Douglas se casaron en un espacio cargado de encanto ¡Absoluto amor entre iluminación tenue y fascinantes destellos! todo, bajo un jardín colgante con lágrimas luminosas acristaladas, que chispeaban creando una atmósfera mágica entre telones blancos.
Así, sin poderlo evitar, se enamoraron completamente el uno del otro y empezaron un largo recorrido sentimental de 7 años que no podía terminar de otra forma que con pedida de mano y consiguiente enlace matrimonial. Un año y un día más tarde de la proposición de amor de esta bonita pareja, estaban listos para prometerse pasar el resto de sus vidas juntos, apostando por una inolvidable ceremonia religiosa que tuvo lugar en la iglesia María Reina del Mundo a cargo del padre José Vicente Nácher.
Una vez casados, Mariely y Douglas quisieron aprovechar la belleza del Hotel y Club Copantl en uno de sus más antiguos y emblemáticos salones para celebrar su fiesta postboda. Por eso apostaron por fotografías románticas y espontáneas rodeados de follajes, flores naturales y espejos. Mientras, a los invitados se les hizo la boca agua con el cóctel y disfrutaron con todos los detalles que los novios les habían preparado, empezando por la alegre amenización musical con los temas de New Combo 75.
Mariely apostó por un hermoso vestido de corte sirena, volantes escalonados y escote ilusión que mostraba el cuerpo rebordado en fina pedrería. Además, confió en Mariela Bueso, quien realzó la luminosidad de su tez, aplicó rubor a sus pómulos, le marcó la mirada espesando sus pestañas y destacó su sonrisa con la justa medida de labial. Doris Chávez de Yolanda´s salón puso el toque final a su imagen de novia con un delicado recogido bajo y desenfadado. Douglas, por su parte, optó por la confección a medida y se vistió con un Chaqué de Mr. Tux en color oscuro al que incorporó un prendido a juego con las flores del ramo de la mujer de sus sueños. Lo combinó con una camisa blanca de etiqueta, un par de mancuernillas de su casa favorita y un corbatín negro.
Y, como colofón final, para terminar de rendir homenaje a su historia y a su futuro compartido, tuvo lugar el corte de la tarta de bodas. Las imágenes de la mirada testigo de Farah La Revista son puestas a disposición de todos nuestros seguidores, de manera que no pierdan el encanto de los recuerdos que con la luz y el enfoque más oportuno, narran la felicidad que se respiró en cada esquina de la boda de Ethel Mariely Amaya Castro y Douglas Eduardo Salinas Trochez: dos almas gemelas seguras de que el destino existe.
Por: Dayana Ortiz
Fotografías: Samuel Romero