Muchos de los rebeldes se dirigen a la insurgente provincia de Idlib, en el noroeste sirio, y a la ciudad de Jarablus, en la frontera con Turquía. Algunos permanecerán en al-Waer y entregarán sus armas tanto al Ejército sirio como a sus aliados allí instalados.
Los rebeldes sirios han comenzado a abandonar el último distrito de Homs controlado por la oposición durante la fase final del acuerdo de evacuación que hará que el presidente sirio, Bashar Asad, retome esta ciudad en el séptimo año de la guerra siria.
Al menos un autobús ha abandonado al-Waer llevando a los rebeldes y a sus familias, mientras se esperan más convoys para sacar a unas 2.500 personas del último distrito de Homs que quedaba bajo control rebelde y que estaba asediado por las fuerzas gubernamentales y sus aliados.
La evacuación de al-Waer es una de las más amplias acciones de este tipo. Esto seguido de un número similar de pactos en los últimos meses que han llevado a muchas partes del oeste de Siria a ser retomadas por la oposición y después asediadas por el Gobierno y las fuerzas aliadas que apoyan el control de Asad.
Un oficial ruso que ha colaborado a la implementación del pacto ha dicho a Reuters que el ejército ruso ayudaría con la transición. “Rusia tiene un papel como garante del acuerdo. El ejército ruso estará y ayudará a cumplir con las funciones dentro del distrito”, ha declarado Sergei Druzhin.
Acuerdos de evacuación
El Gobierno sirio ha apelado a los acuerdos de evacuación, los cuales también han tenido lugar en áreas sitiadas alrededor de Damasco, y en Alepo a finales del año pasado, los acuerdos de reconciliación. Esto quiere decir que se permite restaurar los servicios y la seguridad en estas zonas.
La oposición ha criticado estos acuerdos, sin embargo, señala que equivalen al desplazamiento forzado de los opositores de Asad lejos de los principales centros urbanos de Siria, a menudo después de años de asedio y de bombardeo.
El Gobierno de Asad, apoyado militarmente desde 2015 por Rusia y desde los comienzos de la guerra por milicias respaldadas desde Irán, ha negociado los pactos desde una posición de fortaleza y ha vuelto a controlar las principales zonas urbanas del oeste sirio.
Los rebeldes todavía controlan algunos lugares alrededor de Damasco y en el sur, así como casi toda la provincia de Idlib.
El Estado Islámico posee franjas de territorio en el este de Siria y está siendo combatido por fuerzas separatistas, incluyendo combatientes respaldados por Estados Unidos y tropas sirias apoyadas por Rusia.