Milán este sábado es la capital del fútbol. Los ojos del planeta apuntan a la pelota de estrellas que rodará en la final de la Champions League que disputarán hoy Real Madrid y Atlético de Madrid, dos viejos enemigos íntimos, a la 12:45 p. m.
Milán palpita a la velocidad del corazón que quiere salirse del pecho y atravesar las camisetas blancas y rojiblancas de los hinchas que, a pura camiseta, a pura piel, llenan la Piazza del Duomo, la Plaza de la Catedral de Santa María Nascente, el gigante templo gótico símbolo de esta ciudad.
El partido más importante del torneo más importante de clubes es el enfrentamiento entre los galácticos y los terrenales, entre los ricos y los obreros, entre el más poderoso club de la historia con sus 10 relucientes Ligas de Campeones ya ganadas y el que nunca ha podido agarrar la copa por las orejas. Sí, es el mismo enfrentamiento de hace dos años, pero esa vez en Lisboa, entre Real y ‘Aleti’, y que dejó como épico ganador al Real, que empató con un cabezazo de Sergio Ramos sobre el final del juego para provocar el extratiempo y luego aplastar al Atlético sin misericordia 4-1.
Y la verdad del Atlético de Madrid es contundente. Eliminó a los dos recontrafavoritos, a los colosales Bayern de Múnich y Barcelona, con juego de esfuerzo y fuerza, disciplina táctica, sudor extra, solidez defensiva y eficacia de gol. Un matagigantes dirigido por el argentino Diego Simeone, de 46 años, que en esta temporada en la Liga de España también tumbó a su enorme rival de este sábado: empató 1-1 y le ganó 1-0. ¡Y de los últimos 10 duelos entre ambos, Atlético gano 5 y empato 4! ¡Solo perdió uno!
“La continuidad y el trabajo te acomoda y te posiciona en uno de los lugares privilegiados de los mejores equipos de Europa. Hay pocos equipos mejores que el Atlético”, señaló Simeone en rueda de prensa. “Mejores que nosotros el Barcelona, el Bayern, el Madrid y pocos más. Tenemos estabilidad, competencia de trabajo dentro y fuera (del campo) y eso nos sitúa en una posición de privilegio”, agregó.
Es un Atlético de obreros calificados como el portero Oblak, el central Diego Godín, los volantes Gabi y Koke… Su estelar es el goleador francés Antoine Griezmann: “Espero que tengamos la opción de levantar el trofeo. Estamos listos y con ganas y haremos todo por ser campeones”, ha dicho Griezmann.
Simeone deja atrás lo sucedido hace dos años, cuando los hinchas del Atlético repitieron la pesadilla que vivieron en 1974, cuando estuvieron a un minuto de llevarse la ‘Orejona’ y Hans-George Schwarzenbeck, del Bayern Munich, se lo impidió: empató el partido, forzó a un juego extra y en él, los alemanes se quedaron con la corona.
“Trabajamos con la misma pasión, ilusión, competencia e intensidad desde el primer día después de esa final. El club, los futbolistas y sobre todo la base que nos viene acompañando hace cuatro años y medio se logra reinventar continuamente. Hay posiblemente 10 futbolistas distintos a aquellos que estaban en la final en la otra oportunidad. Y es lo más valioso que tiene este club”, destacó el DT argentino.
El momento blanco
En la cancha, la verdad del Real Madrid ha sido menos firme. Aterrizó en Milán con las manos vacías de títulos (no ganó ni la Liga ni la Copa del Rey, ambas del Barcelona), por lo que la Champions lo es todo y más. Llegó a la final luego de superar, no sin esfuerzo ni sufrimiento, su llave con el Wolfsburgo y de eliminar a un paupérrimo Manchester City.
Zinedine Zidane, de 43 años, asumió la dirección técnica del equipo en enero pasado para suplir al despedido Rafa Benítez. Comenzó con mal pie, pues llegó a estar en desventaja de 11 puntos con el líder Barcelona, equipo con el que precisamente le sonó la flauta en el Camp Nou y lo venció 1-2, jugando más a lo Atlético de Madrid (defender y contragolpear), para comenzar su impresionante descuento: ¡estiró la ilusión del título de Liga hasta la última jornada y quedó a un punto del campeón!
“Hemos trabajado mucho para llegar a la final. Es merecido, puedo decir lo mismo del Atlético de Madrid. Son los dos equipos que merecen la final de este año. Estoy contento del trabajo que hemos hecho porque hemos sufrido mucho, pero es normal. Llegar a una final sin sufrimiento no existe en el fútbol. A ver mañana lo que pasa”, dijo Zidane este viernes en la conferencia de prensa.
Y recordó que ya vivió esta instancia como jugador del Real Madrid y la ganó, en 2002, cuando anotó el gol del triunfo de la final de la Champions contra el Bayer Leverkusen, en Glasgow (Escocia). “No me siento distinto, es diferente. Me tocó de jugador, de segundo entrenador y ahora de primero. Lo estoy viviendo intensamente, estoy contento por lo que me está pasando. Llegar a la final no es nada fácil. Lo que hicieron los jugadores fue fenomenal en todo, y ahora es una final y estamos contentos de poder jugarla”, señaló.
Este Madrid es más cuidadoso en su defensa, su punto más flaco, por lo que fueron determinantes y fundamentales el portero Keylor Navas y el volante de marca Casemiro (justo el jugador al que Simeone más teme), un pegapatadas real, en medio de los mixtos Modric y Kroos, y de los delanteros Bale, Benzemá y Cristiano. Una nómina de fantasía, que resuelve con magia los partidos en ataque. Otra sensación defensiva es su portero costarricense y sus manos milagrosas. “Ninguno de los jugadores del Atlético sería titular del Real Madrid”, dijo, desafiante, el galés Bale.
“Si ganas la temporada es excelente, pero si pierdes es un fracaso. Prefiero quedarme con la temporada top: vamos a ganar la Champions”, declaró Cristiano Ronaldo durante la semana.
Milán este sábado es la capital del fútbol mundial. ¡Aquí es la superfinal de la Champions!
Alineaciones probables:
Real Madrid: Keylor Navas; Marcelo, Sergio Ramos, Pepe, Carvajal; Modric, Casemiro, Kroos; Cristiano Ronaldo, Benzema y Bale.
DT: Zinedine Zidane.
Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Diego Godín, Savic, Filipe Luis; Augusto Fernández, Gabi, Saúl, Koke; Fernando Torres y Griezmann.
DT: Diego Simeone.
GABRIEL MELUK
Editor de DEPORTES
Enviado especial a Milán
*Invitado por Nissan