En las paredes del Michigan Stadium, en las que los jugadores del Real Madrid dibujaban su firma horas antes de vencer al Chelsea en su segundo partido de pretemporada (3-2), resalta el lema de los Michigan Wolverines: «Those who stay will be champions», es decir, «quienes se queden serán campeones». La frase acuñada por Bo Schembechler, uno de los grandes técnicos de la historia del equipo universitario de fútbol americano, fue el preludio de una de las victorias más sorprendentes de la liga .
La protagonizaron sus chicos en 1969 ante el archirrival, los Ohio State Buckeyes, y ahora quienes pelean por quedarse en la primera plantilla del equipo blanco pueden interiorizarla en busca de motivación extra. Entre ellos están Marco Asensio y el castillista Mariano Díaz, que brillaron en el once de los habituales titulares para enfrentarse al equipo de Antonio Conte. Marcelo, el otro protagonista del día, aportó el desequilibrio de casi siempre y los goles de casi nunca, un doblete que pronto dejó KO a los londinenses.
Zinedine Zidane repitió en esta International Champions Cup el 4-4-2 del gris estreno ante el Paris Saint-Germain, con Asensio en la izquierda en lugar de Isco, Carvajal por Danilo y Mariano por Jesé Rodríguez, aunque el equipo carburó mucho mejor. Allí donde en 2014 ante el Manchester United se batió el récord de asistentes en un partido de fútbol (soccer), el Madrid fue recibido por unos 110.000 hinchas en The Big House, el estadio más grande de Estados Unidos y uno de los mayores del mundo. El Chelsea decepcionó, con Diego Costa lesionado y sin Cesc ni Kanté, y dio minutos en la segunda parte a dos de sus estrellas, los recién llegados Hazard y Courtois.
Tras un primer susto para el campeón de Europa en una falta lateral botada por Willian -ante los parisinos el gol llegó nada más comenzar- a punto estuvo Nemanja Matic de marcar en propia puerta tras un centro de Asensio. Marcelo empezó a confirmar su condición de pichichi de la pretemporada al borde del minuto 20, cuando después de una buena jugada personal se asomó al área y anotó el 1-0. Su tiro con la diestra tocó en la pierna de Oscar y el rebote despistó a Begovic. El interés estaba en el joven Asensio, que apareció por ambas bandas y se animó a botar una falta con acierto que por poco no terminó en el segundo de Rapahel Varane. Siempre un incordio para el mediocampo blue, le ofreció a Marcelo una pared con el exterior de la bota izquierda y el lateral, con mucho espacio por delante, firmó el segundo batiendo al meta bosnio.
Mariano, máximo goleador de Segunda B el pasado curso, zanjó el partido con un zambombazo lejano con la pierna derecha después de una notable jugada combinativa entre Asensio, Kovacic y Marcelo. Los dos goleadores y el mallorquín destacaron antes del descanso, otro dolor de muelas para un Zidane que tendrá que decidir qué jóvenes -si alguno lo logra- se quedan en la casa blanca. El Chelsea, inocuo en ataque sobre el castigado césped de Ann Arbor, apenas se acercó con dos meritorios arriba como Traoré y Loftus-Cheek y algo de chispa de Pedro por el costado.
La segunda parte comenzó con una salida en falso de Kiko Casilla que por poco no aprovechó Traoré. El ex perico, que salvo sorpresa sustituirá a Keylor Navas en la Supercopa de Europa, tendrá tiempo para demostrar si está o no lejos de reflejar la serenidad del costarricense. Karim Benzema, que no participó por sus molestias en la cadera, también se complica su aparición en Noruega. Jesé e Isco tampoco comparecieron.
Segunda mitad para el Castilla
El cambio de once que Zizou introdujo tras el descanso ante el PSG lo retrasó esta vez 15 minutos más. El Castilla volvió a salir a escena con chicos como Llorente, Enzo y Febas y debutó el ariete paraguayo Sergio Díaz, recién fichado para el filial del Cerro Porteño. El Chelsea, más enchufado, equilibró fuerzas por medio de Hazard en dos ocaciones, ayudado por un activo Batshuayi al borde del final.
Aprobado el test y conseguida la primera victoria estival, el objetivo ahora para el técnico merengue es dar el mayor número de minutos posibles a tres hombres poco rodados como Modric, James y Sergio Ramos, importantes para el duelo europeo ante el Sevilla y que trabajan estos días en solitario con el preparador físico Antonio Pintus. El Bayern de Ancelotti es la última oportunidad, y la primera para algunos, de coger el tono físico para jugarse el primer título de la temporada.