San Pedro Sula. – Al cerrar septiembre, mes en que Honduras conmemora su independencia, hacemos una reverencia especial a la belleza, el talento y la dedicación de las palillonas que, una vez más, se convirtieron en el alma de los desfiles patrios a lo largo y ancho del país.
Estos jóvenes, con su gracia y disciplina, no solo deslumbraron al público, sino que también rindieron un emotivo homenaje a la patria, fruto de un riguroso esfuerzo y preparación que merece todo el reconocimiento nacional. Su participación es una demostración viva de fervor cívico y un pilar de la tradición en las celebraciones de independencia.

Los desfiles fueron un mosaico de color y creatividad, destacando la participación de diversas instituciones educativas que lucieron atuendos y coreografías espectaculares.





Santa Bárbara se vistió de gala: Especial mención merecen las bellas jovencitas del Instituto Departamental La Independencia de Santa Bárbara, quienes deslumbraron con trajes de ensueño. Sus atuendos, coloridos y llamativos, fueron diseñados por el talentoso Ariel Perdomo, añadiendo un toque de alta costura y originalidad al desfile occidental.



Talento y fervor en Ocotepeque: En el occidente del país, las palillonas de Ocotepeque mostraron su talento y pasión. Con trajes llamativos, ejecutado sus movimientos con precisión y entusiasmo, reafirmando su amor patrio y el orgullo de su departamento.


Encanto en el Oriente: La elegancia también se hizo presente en el oriente con la participación de las jóvenes de la Escuela Agrotécnica de Oriente, en Jacaleapa, El Paraíso. Su encanto natural y sus atuendos engalanaron las calles, demostrando que el fervor cívico se vive con idéntica intensidad en cada rincón de Honduras.

El brillo de las palillonas, junto al ritmo marcial de las bandas, es la estampa más esperada de septiembre. Con su esfuerzo y compromiso, estas jóvenes garantizan que la tradición cívica hondureña continúa viva y resplandeciente. ¡Gracias por tanto talento y amor a la patria!
