jueves, abril 25, 2024

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Historia y receta de la Tarta Tatín, un clásico de la repostería francesa

Este postre clásico de la cocina francesa,seduce a cualquier que lo haya probado, el mismo se elabora en restaurantes y en cocinas domésticas recorriendo el mundo por el sus deliciosos sabores.

El origen de la Tarta Tatin se encuentra en Francia, obra de las hermanas Stephanie y Caroline Tatin. A esta tarta se la conoce también como tarta invertida, ya que al contrario que el resto de tartas, la masa está en la parte superior a la hora de hornearla, y se le da la vuelta a la hora de servirla, estando aún caliente.

Se cree que las hermanas Tatin elaboraron esta tarta por accidente en el hotel que regentaban, el Hotel Tatin ubicado en Lamotte-Beuvron (Francia), allá por el año 1889.Atribuyéndolo a Stephanie, la hermana que se ocupaba de la cocina, unos dicen que porque se pasó cocinando las manzanas y las caramelizó, otros dicen que se equivocó al poner las manzanas en el molde antes que la masa y hay también quien argumenta que la Tarta Tatin se creó a conciencia, siendo las tartas invertidas las que se solían hacer cuando no había hornos en las cocinas.

Sea como fuere, la Tarta Tatin ha pasado a la historia, incluso se ha modernizado, aunque es una de esas recetas que resultan imposibles de mejorar, sólo se pueden variar. La Tarta Tatin original se elabora con manzanas, pero hoy en día encontramos esta tarta hecha con todo tipo de frutas, fresas, melocotones, peras, plátanos… incluso con vegetales y en creaciones saladas.

Con respecto a las manzanas, conviene que sean de una variedad fuerte para que no se deshagan después de caramelizarlas y hornearlas, puedes elegir entonces unas manzanas Reineta, unas Fuji… con la Golden sale muy rica la tarta, pero hay que tener cuidado de que no se hagan demasiado. El caramelo que endulza las manzanas se puede hacer con azúcar moreno, y también puedes aromatizarlas con canela, limón o vainilla.

El recipiente ideal para hacer la tarta puede ser este molde para Tarta Tatin, resulta muy práctico y cómodo, pero no es imprescindible, puedes utilizar cualquier otro que puedas llevar al fuego y al horno, o hacer el caramelo y las manzanas en una sartén y después pasarlas al molde que irá al horno.

Y para servirla, puede ser caliente o fría, recién hecha es una delicia… aunque no es lo que indica la receta original, muchas veces se acompaña de helado de vainilla o de crème fraîche, pero para nosotros no hace falta añadirle nada a la Tarta Tatin.

Ingredientes

8 a 10 manzanas
150 g de mantequilla
150 a 200 g de azúcar en polvo
200 a 250 g de masa quebrada  o pasta brisa
canela (opcional)

Preparación

– En un molde de borde alto colocar la mantequilla y el azúcar en polvo.
– Poner el molde en el fuego. Con una espátula de madera mezclar bien estos dos elementos hasta lograr un caramelo de color moreno.
– Pelar, despepitar y cortar las manzanas en cuartos.
– Colocar los trozos sobre el caramelo una vez que se ha enfriado. Añadir la canela (opcional).
– Llegado este punto para acelerar la cocción de las manzanas, cubrirlas con papel de aluminio y cocerlas durante unos minutos a fuego vivo.
– Extender harina sobre la mesa. Alisar la masa quebrada a 3 o 4 mm de espesor en un disco ligeramente superior al diámetro del molde.
– Cubrir las manzanas con esta masa.
– Meter el borde hacia el interior del molde. Cocer con el horno precalentado (180-200°C) hasta que la masa quebrada esté completamente cocida.
– La masa está casi cocida y el caramelo empieza a subir por los lados.
– Al finalizar la cocción, retirar la tarta del horno.
– A continuación, cubrir el molde con otro molde mayor y desmoldar la tarta mientras está caliente.

Se sirve al natural, sin crema inglesa, ni nata fresca, ni helado. Si no, ya no se llama tarta Tatin.

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