San Pedro Sula. — En una celebración llena de romanticismo y elegancia, Jenny Paola Ochoa Navarro y Sergio Roberto Claros López unieron sus vidas en matrimonio. La pareja, que compartió tres años y medio de noviazgo, celebró su amor acompañado de más de 240 invitados, entre familiares y amigos.

La ceremonia religiosa, oficiada por el padre Edwin Nieto en la Iglesia Nuestra Señora de Suyapa, fue un momento íntimo y emotivo. En presencia de sus padrinos de boda, Abraham e Irma Muñoz de Pavón, la pareja intercambió votos que enmarcaron la historia que los llevó al altar.

Una vez convertidos en marido y mujer, los recién casados se trasladaron a los elegantes salones Napoleón del Centro de Convenciones del Hotel Copantl. La decoración fue un derroche de encanto, con una paleta de colores en blanco y nude, abundante follaje y candelabros que se entrelazaban con largos y elegantes cortinajes, creando una atmósfera de cuento de hadas.

Cada detalle de la fiesta, desde el exquisito banquete hasta la animada fiesta bailable, reflejó el deseo de Sergio y Jenny de que sus invitados se sintieran parte de su felicidad. Un momento especialmente emotivo fue su primer baile como esposos, una escena que llenó de calidez el salón y fue recibida con cálidos aplausos.

Jenny irradiaba felicidad y autenticidad en su vestido blanco de la casa española Pronovias, delicadamente adornado con encajes florales. Su hermoso ramo complementaba su radiante imagen. Sergio, por su parte, lucía como un verdadero caballero en un clásico esmoquin oscuro, que combinaba a la perfección con una impecable camisa blanca.

Todo el encanto y la felicidad de la velada quedaron inmortalizados en imágenes que capturaron la esencia de su amor. Tras la celebración, la pareja inició su mágica luna de miel por Europa, visitando lugares emblemáticos en Bélgica, Suiza y España, el perfecto inicio de su vida juntos.















