Amenazada de destitución, la presidenta brasileña Dilma Rousseff estudia la posibilidad de renunciar a su cargo y pedir al Congreso que convoque nuevas elecciones presidenciales el 2 de octubre, informó el lunes el diario ‘O Globo’.
Expertos y sondeos estiman altamente probable que el Senado suspenda a Rousseff del cargo por hasta 180 días el próximo 11 o 12 de mayo, mientras es sometida a un juicio político por maquillaje de las cuentas públicas.
“Percibimos que el proceso de destitución está avanzando y decidimos en medio del camino encontrar una alternativa”, dijo el senador Paulo Paim, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), a ‘O Globo’. “En el PT crece el apoyo” a esta medida; “los sondeos dicen que la población quiere nuevas elecciones”, afirmó.
Una encuesta de Ibope divulgada la semana pasada mostró que un 62 % de los brasileños considera que la crisis política se resolvería con la renuncia de Rousseff y Temer y la convocatoria a nuevos comicios.
Paim admitió no obstante que hoy en día el PT no cuenta con los votos suficientes en el Congreso para aprobar el pedido de nuevas elecciones para octubre -fecha en que están previstas elecciones municipales en todo el país-, que requeriría el apoyo de tres quintos de cada cámara (308 votos en Diputados y 49 en el Senado).
‘O Globo’ informó que la medida no cuenta aún con consenso entre todos los ministros aliados y enfrenta resistencias en el Movimiento de los campesinos Sin Tierra (MST), uno de los pilares de apoyo del gobierno. Contactada por la AFP, la Presidencia no quiso comentar la información.