domingo, abril 28, 2024

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¡Seis colegios intervenidos con militares y policías!

El recrudecimiento de la delincuencia juvenil en los centros educativos públicos obligó a las autoridades de la Secretaría de Educación a intervenir seis colegios, en la capital, con militares y la Policía.

Después que supuestos pandilleros prácticamente han tenido de rodillas al Instituto “Saúl Zelaya Jiménez”, ubicado entre las colonias La Pradera y la Flor del Campo, descubrieron que ese establecimiento no es el único que está enfrentando la problemática de empoderamiento de parte de los malvivientes.

 Al respecto, el titular de la Dirección Departamental de Educación de Francisco Morazán, Miguel Gómez, señaló que son varias las instituciones educativas donde las agrupaciones ilícitas juveniles han desatado la intranquilidad. “Son unos cinco colegios los que están teniendo problemas por la inseguridad y ya pedimos el apoyo de las autoridades de la Secretaría de Seguridad y del Ejército, para que nos ayuden a mejorar la situación que se está presentando”, indicó.
Así, enumeró que además del “Saúl Zelaya Jiménez”, figuran los institutos Central “Vicente Cáceres”, “Gabriela Núñez”, “Jesús Aguilar Paz” y el Canaán, este último en la colonia del mismo nombre, en Tegucigalpa. De igual manera, investigan en otros institutos capitalinos que están bajo el mismo problema.

“NARCOMENUDEO”

El funcionario indicó que la situación extrema de inseguridad que han alcanzado esos establecimientos de enseñanza “se debe al narcomenudeo y el pleito de territorio entre agrupaciones rivales”.

Ahora el objetivo de las autoridades es garantizar el desarrollo de las actividades educativas y salvaguardar la integridad de la población estudiantil y docente. Para el caso, ayer visitaron el “Saúl Zelaya Jiménez”, para nombrar una comisión que se encargue de analizar cuántos maestros están en riesgo para hacerles un traslado. De igual manera, identificar a los alumnos que están causando problemas para ver de qué forma los reubican o buscan otras instancias legales.

Asimismo, en el Instituto Central “Vicente Cáceres”, sus autoridades siguen pidiendo mayor seguridad, pese a que cuentan con vigilancia privada y elementos de la Policía Preventiva resguardan el ingreso y salida de los estudiantes y docentes.

El director del “Vicente Cáceres”, Hernán Díaz, lamentó que mediante el apoyo de los agentes que cuentan no logran satisfacer la necesidad de seguridad que requieren, porque en la institución hay una población de cerca de 10,000 alumnos de todo el Distrito Central y es imposible protegerles a todos de la delincuencia.

Colegios intervenidos honduras militares 2

DEMANDAN PATRULLAJES

“Nosotros estamos pidiendo el apoyo de la Policía Nacional y la Militar para que resguarden los predios de la institución, porque lo hacen de manera esporádica y sentimos que por lo menos en la parte frontal y el entorno hagan patrullajes permanentes”, detalló.

Además, el docente agregó que, “fuera del instituto anda gente delinquiendo e incitando a los alumnos para que hagan cosas indebidas y eso es lo que queremos: Prevenir las cosas afuera, porque acá adentro con lo poco que tenemos tratamos de prevenir para mantener la disciplina”.

A inicios de marzo tuvieron amenazas contra alumnos, ya que facinerosos, dentro y fuera, les exigían que se fueran y otros que no se podían ir porque también estaban sentenciados a muerte.

Díaz indicó que durante el año cerca de una decena de estudiantes han sido obligados a abandonar la institución para proteger sus vidas, “pero esa situación no solo es en el Central, porque de otras instituciones recibimos alumnos que vienen huyendo de la inseguridad que allá se les presenta”.

ENTRE TERROR Y SILENCIO
Estudiantes “mareros” se han repartido zonas en colegios

Los docentes se preguntan por qué los alumnos no obedecen cuando se les pide que vayan a traer un libro a otras aulas y más les desconcierta la mirada de terror y el silencio en que se sumen ante la petición de hacer el mandado.

Eso llevó a los profesores a investigar qué está ocurriendo y para su sorpresa les contaron que el colegio estaba repartido entre alumnos de dos “maras”. Para el caso, el patio le “pertenece” a un grupo, desde el portón hasta el gimnasio a otros y la biblioteca a los demás.Colegios intervenidos honduras militares 2

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