San Pedro Sula. – San Pedro Sula y Honduras entera lamentan el sensible fallecimiento de la distinguida dama Julieta Salem de Kattán, quien dedicó gran parte de su vida a la filantropía y a la incansable protección de la niñez hondureña a través de la Fundación Amigos de Guardería Infantil. Su partida deja un legado imborrable de solidaridad, esperanza y compromiso social.
Nacida en 1930 en el municipio de Pimienta, Cortés, doña Julieta Salem se forjó académicamente en el Instituto José Trinidad Reyes, para luego obtener un título universitario en Nueva York. Su vocación de servicio se materializó en abril de 1973 con la fundación de la organización Amigos de Guarderías Infantiles, una iniciativa pionera que brindó atención y apoyo integral a niños de escasos recursos, especialmente a hijos de madres solteras trabajadoras de la maquila.
Más allá de su invaluable labor social, doña Julieta también fue una ferviente promotora de la cultura, creando el reconocido Festival Folclórico Internacional. Este evento no solo enriqueció el panorama cultural de los diferentes países, sino que también sirvió como una ingeniosa estrategia para agenciar fondos económicos destinados a sostener sus programas sociales.
Una vida dedicada al bienestar y reconocimientos por su labor
La vida de Julieta Salem de Kattán fue un testimonio vivo de dedicación al bienestar social y la formación de su propia familia. Sus cinco hijos –Jacobo, Gabriel, Guillermo, Carlos y Mauricio Kattán–, 17 nietos y 5 biznietos, son el reflejo de una educación íntegra y disciplinada que supo inculcarles. Su sola presencia fue un faro de apoyo, solidaridad y esperanza para quienes la conocieron.
Su incansable labor y su colmada virtud le valieron múltiples reconocimientos a lo largo de los años:
2017: Fue galardonada por la Asociación Hondureña al Rescate de los Valores y la Moral (VALMORAL) con el valor a la “Solidaridad” , por su entrega a mejorar las condiciones de vida de los niños de guarderías infantiles.
2019: El Congreso Nacional de Honduras, a través de su presidente Mauricio Oliva, le entregó la Medalla de Oro y un Pergamino Especial en reconocimiento a su invaluable apoyo y protección a la población hondureña.
En 2023: La Municipalidad de San Pedro Sula le otorgó el prestigioso Premio Zorzal Dorado, en reconocimiento a su trayectoria y por haber dedicado su vida a realizar acciones de bien por la sociedad, aportando al desarrollo humano y trabajando desinteresadamente por la niñez y la juventud.
Doña Julieta Salem de Kattán será recordada como un pilar de la filantropía hondureña, una mujer cuyo altruismo y compromiso con los más vulnerables dejaron una huella profunda y duradera. Su legado continuará inspirando a futuras generaciones a trabajar por un mundo más justo y solidario.
