miércoles, mayo 8, 2024

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Lars Von Trier, polémico y genial

Polémico, brillante, extremo: hay pocos cineastas que levanten tantas pasiones contradictorias como Lars von Trier, que afirma haber escrito la mayor parte de sus obras borracho. A sus 60 años, que cumple hoy, prepara una nueva película y no se da por vencido.

A finales de 2014, el director grabó un video en el que se arrancaba de la boca una cinta adhesiva, un símbolo de que ya no quería seguir callando. Aunque nadie lo había obligado a ello, él mismo se había impuesto el castigo después de haber sido expulsado del Festival de Cannes en 2011 por hacer declaraciones pronazis.

Durante tres años, el director danés opta por callar en público en vez de provocar, protestar y rebelarse, como es habitual en él. Al final rompe su silencio y relata en una entrevista con el diario Politiken que es alcohólico y que tiene miedo de no poder volver a rodar películas estando sobrio.

La angustia y las depresiones pesan mucho en la vida de Lars von Trier, pero, pese a ello, ha vuelto a rodar. The House That Jack Built será terminada este año, anunció en su página de Facebook.

Es el primer proyecto del cineasta desde Ninfomanía, un drama sexual en dos partes que fue el primero cuyo guión no escribió bajo los efectos del alcohol y las pastillas. A causa de ello, tardó dos años y medio en terminarlo, pero, al menos, quedó refutada su afirmación de que sólo es capaz de crear alcoholizado.

Porque la historia de una ninfómana es intensa, embriagadora y una de las mayores obras de arte que ha creado Trier a lo largo de su carrera, que comenzó con The Element of Crime (1984). En Dinamarca fue un gran éxito su serie televisiva El reino y su filme Los idiotas (1998), realizado siguiendo las propuestas del movimiento Dogma, conmocionó por la presencia de desnudos explícitos, pero también llamó la atención de la crítica.

Le siguieron la elogiada Breaking the Waves y por Bailando en la oscuridad (2000), protagonizada por la cantante islandesa Björk, obtuvo la Palma de Oro en Cannes. También fue muy premiado el minimalista Dogville (2003), rodado como si fuese una obra de teatro y protagonizado por Nicole Kidman.

Más tarde, el inquietante thriller sicológico Anticristo (2009), filmado en medio de una grave depresión de Von Trier, obtuvo críticas muy dispares en Cannes. Durante el festival, el cineasta, que antes se había autocalificado del “mejor director del mundo”, dijo que rodó la película de terror para sí mismo y no para el público.

Aunque eso sí, los daneses tienen una relación de amor-odio con su enfant terrible.

MAL SABOR

  • Von Trier es tan reconocido como genial director y renovador del cine como polémico como persona. Sobre todo desde aquel Festival de Cannes de 2011 en el que frente a toda la prensa internacional aseguró que entendía a Hitler y en alusión a su padre biológico, que era alemán, añadió: “Soy un nazi”. Más tarde declaró respecto del escándalo: “Era la primera conferencia de prensa en la que estaba sobrio, y al parecer, esto es un riesgo mortal”.
  • Incluso los diarios de su propio país criticaron en duros términos al director, al que calificaron de “desenfrenado” en sus palabras y “megalómano” incluso, aunque Von Trier se disculpó de inmediato y dijo que todo había sido una broma de mal gusto.

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