San Pedro Sula. – Con el amor desbordante como único testigo, Isabel FloresGómez Fernández y Vinicius Bueso Pacheco sellaron el broche de oro de su idilio al unirse en matrimonio eclesiástico. El sagrado recinto de la Iglesia María Reina del Mundo fue el escenario de esta solemne ceremonia, oficiada por el padre Gustavo Gómez, donde la pareja intercambió alianzas y se juró amor eterno. Presidiendo este memorable pacto estuvieron sus distinguidos padrinos, Sergio Fernández y Rosa María de Fernández, junto a su círculo de familiares y amigos.

La emoción se palpaba en el ambiente cuando el novio, luciendo impecable y elegantísimo en su atuendo de gala, hizo su entrada triunfal del brazo de su madre, Sandra de Bueso. Momentos después, todas las miradas se posaron en la novia, quien avanzaba radiante y bellísima, acompañada por su padre, Roberto FloresGómez. Isabel deslumbraba, ataviada con un espectacular ajuar y enmarcada por la simpática y característica sonrisa que ilumina su rostro. Al pie del altar, su enamorado la esperaba, con la ilusión palpable y el amor desbordante que había guiado cada paso hasta este trascendental momento.

Tras sellar su unión con un romántico y emotivo beso, y culminada la tradicional sesión de fotos familiar, Isabel y Vinicius se dirigieron al majestuoso salón Napoleón del Centro de Convenciones del Hotel Copantl. Allí, crearon el inicio perfecto de una velada nupcial elegante, un evento cuidadosamente orquestado para ser el epílogo ideal. La recepción se convirtió en una noche mágica y única, repleta de risas cómplices, momentos llenos de ternura y una atmósfera de celebración que se grabaría en la memoria de todos los presentes.

En medio de una profunda emotividad, donde los sentimientos de amor, amistad y profunda unión familiar brotaron sin cesar, destacaron el brindis oficial. Denia de Flores Gómez, madre de la novia, y Gustavo Bueso, padre del novio, tomaron la palabra e invitaron a todos a levantar sus copas por la eterna felicidad de la nueva pareja.


En cuanto a su look, Isabel decidió enfundarse en un elegante y etéreo vestido de ensueño, un diseño exclusivo de una prestigiosa Casa española. El ajuar destacaba por su espectacular caída, una falda evasé de movimiento grácil, un delicado escote corazón y un largo velo estilo catedral que añadía un aura de realeza a su paso. La novia optó por una discreta y fina joyería, un detalle de elegancia sobria. Además, presumió de un glamour resplandeciente con un peinado y maquillaje perfectamente estilizados que realzaron sus bellas facciones. ¡Una verdadera visión divina!

Por su parte, Vinicius encarnó la figura del caballero clásico al elegir un impecable smoking oscuro. Su look se complementó con el prendido en la solapa, que sintonizaba a la perfección con el ramo de su amada. Cumpliendo rigurosamente con la etiqueta de gala, conjuntó su imagen con unos lustrosos zapatos de charol. ¡Todo un dechado de elegancia!

El salón lució una decoración sofisticada, original y cálida, creación la empresa familiar DEFER. El concepto, a la vez clásico y envolvente, se definió por la abundancia de rosas rojas, candelabros dorados de aire vintage y una iluminación romántica cuidadosamente dispuesta que creó una atmósfera sencillamente mágica.

La celebración incorporó dos conceptos innovadores que sorprendieron a los invitados: un escondido speakeasy, que ofrecía exclusivos cócteles artesanales, y un market con estaciones personalizadas y productos locales gourmet. Estos detalles vanguardistas y únicos le dieron un toque moderno y original a la boda, haciendo que la experiencia fuera aún más memorable para todos los asistentes.





























